La acción sin daño

El enfoque de la acción sin daño fundamentado en la ética procura la implementación de estrategias y metodologías para prevenir y/o reducir el daño individual y colectivo hacia los participantes de la iniciativa de memoria.

Esto implica un diagnóstico del contexto sociopolítico y cultural del territorio, en relación con el sindicato, para identificar posibles factores de riesgo como dinámicas del conflicto armado, persecución y violencia contra defensores de derechos humanos, además del relacionamiento de las autoridades políticas y los gremios económicos, los familiares de las víctimas y la comunidad, entre otros.

Este inventario de riesgos es el insumo para construir un plan de medidas que respondan a las necesidades de la organización sindical y garanticen el desarrollo del proyecto de reconstrucción de memoria, sin que derive en riesgos y daños para los participantes.

Según Martha Nubia Bello:

“Hacer un ejercicio de memoria no solamente implica un ejercicio de ir a copiar testimonios con el rigor metodológico que enseña la historia, por ejemplo, sino hacer memoria es un trabajo con profundas implicaciones emocionales y con profundas implicaciones, incluso en las dinámicas organizativas de quienes participan en eso. Implica una responsabilidad del investigador más allá del rigor del conocimiento de las técnicas.”

La elaboración de un protocolo ético que oriente las posturas, actitudes y roles de los integrantes del equipo previene riesgos de re-victimización, al incorporar el acompañamiento psicosocial se promueve la acción sin daño y el autocuidado.

Para ampliar el enfoque de la memoria histórica sindical puede remitirse a la revisión de la siguiente bibliografía: