1. Historia y memoria confluyen en una apuesta académica, ética y política por la memoria histórica.
2. En el centro de los procesos de memoria histórica están las víctimas individuales y colectivas.
3. Hacer memoria histórica implica construir hilos del devenir sindical entre el pasado, el presente y el futuro.
4. Es necesario abordar la memoria histórica sindical desde una perspectiva cultural y como campo de luchas simbólicas y políticas. El sindicalismo disputa la inclusión de sus voces.
5. La memoria colectiva es construcción intersubjetiva, práctica social y una forma de mantener vivas las memorias sindicales en actos conmemorativos, simbólicos, expresiones artísticas, culturales y espacios de recordación, entre otros.
6. La memoria histórica se orienta desde principios morales, éticos y políticos con un enfoque transformador.

Para abordar la memoria histórica es fundamental diferenciar las nociones de memoria e historia. Si bien tienen relación y abordan el pasado, ambas poseen objetivos, esfuerzos y alcances diferentes. Ver tabla adjunta.

• Fortalecimiento de las identidades colectivas: Las iniciativas de memoria visibilizan los valores democráticos del sindicalismo y sus aportes para la calidad de vida de trabajadores y sectores sociales.
• Los ejercicios de Memoria histórica y Memoria colectiva transforman los imaginarios y representaciones sociales negativas hacia el reconocimiento de las organizaciones sindicales y su aporte a la sociedad.
• Es imperativo dignificar las víctimas individuales y colectivas de la violencia antisindical.